miércoles, 12 de diciembre de 2018

Trabajando la motricidad fina

El desarrollo de la habilidad motriz fina es imprescindible en la vida del niño, no solo para que pueda realizar todas esas acciones con normalidad cuando llegue el momento, sino también porque es lo que le permite explorar su entorno inmediato y aprender, primero mirando, luego manipulando y creando. Buena parte de este desarrollo se produce de una forma natural a lo largo de la infancia, pero también hay que potenciarlo.

 Aquí tenéis algunas sugerencias:
  • Déjale manipular objetos razonablemente seguros: A veces no dejamos a los niños coger objetos por miedo a que los rompan o se hagan daño, pero debemos entender que ellos necesitan esta manipulación para conocer mejor su entorno.
  • Deja que el niño se ponga y abroche la ropa y los zapatos: Evita las prisas y dale su tiempo. Muchas veces nos impacientamos y acabamos haciéndolo nosotros cuando la solución sería empezar a prepararse 10 minutos antes.
  • Juega con él y realizad manualidades juntos: En casa hay cantidad de objetos que podemos utilizar para que los pequeños desarrollen su habilidad psicomotriz de una forma divertida. Por ejemplo, podemos animarles a ensartar macarrones para hacer un collar, pegar legumbres sobre un dibujo hecho en una cartulina, enseñarles a hacer figuras sencillas de papiroflexia (como barcos, gorros o aviones), utilizar tapones de plástico, pinzas de la ropa, lanas, palillos o corchos para hacer figuras y construcciones… Por una parte mejorarán su destreza manual y por otra estarán encantados de compartir una actividad con sus padres 

 Y aquí estamos trabajando la pinza y al mismo tiempo estamos clasificando por colores.

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